Denuncia de mujer por “abuso de conciencia” contra sacerdote de Los Andes remece a la iglesia Católica en Aconcagua

Todo tipo de reacciones y opiniones encontradas ha provocado en la comunidad aconcagüina la denuncia de una mujer que acusa al sacerdote Gustavo Adolfo Morales, actual párroco de la iglesia Santa Rosa de Los Andes, de haber mantenido una relación íntima y sexual por años con el conocido religioso.
Sobre el polémico caso el Obispado de San Felipe, emitió una Declaración Publica donde sostiene que; “se han tomado las medidas disciplinarias previstas por la Iglesia para estos casos y, de no haber enmienda en su comportamiento futuro, puede incluso significar la pérdida del estado clerical.”
DENUNCIA DE LA MUJER
La denunciante, cuya identidad se mantiene en reserva por solicitud propia, afirma que la relación se prolongó por al menos cuatro años y que se dio en un contexto de abuso de conciencia y manipulación emocional.
Como parte de su testimonio, presentó audios enviados por el propio sacerdote, en los que se coordinaban encuentros íntimos, se hablaba de medidas para evitar ser descubiertos, y donde incluso el párroco hacía referencias explícitas a su desempeño sexual y mencionaba la posibilidad de involucrarse con otras mujeres.
«Hay que reconocer que eres un 7 para la cama»: los audios que enviaba cura de Los Andes a fiel que lo acusó de «abuso de conciencia»
«Hay que reconocer que eres un 7 para la cama»: los audios que enviaba cura de Los Andes a fiel que lo acusó de «abuso de conciencia»
En uno de los audios se oye al sacerdote organizando la cita: «¿Dónde estás? ¿Salgamos más tarde? (…) Podríamos (ir al motel) como a las 14:30 si quieres, ahora igual echa la sábana o un chal por si acaso, siempre y cuando puedas estar toda la tarde afuera”.
En otro audio, el sacerdote le dice, «tienes que reconocer que tú eres un 7 para la cama, nadie te hace el peso, eso te lo he dicho subrayado. Ahora, si se da la oportunidad, me voy a comer a otra… pero no se ha dado. Nadie sale con un cártel a conquistar».
Según la denunciante, además de visitar frecuentemente moteles y contactarse a través de mensajes explícitos, el párroco también habría sostenido relaciones con otras mujeres. «Yo no era la única con la que él se había vinculado siendo sacerdote», afirmó.
DECLARACIÓN PÚBLICA EN RELACIÓN CON LA SITUACIÓN DE SACERDOTE GUSTAVO ADOLFO MORALES LÓPEZ
Respecto al reportaje de Canal 13, que dio cuenta de hechos graves que involucran al Pbro. Gustavo Adolfo Morales con una persona adulta, el Obispado de San Felipe emitió la siguiente Declaración Publica;
- La Investigación Previa, de la que se hace mención en tal reportaje, es la instancia por la cual se inicia un proceso de indagaciones tendiente a establecer la verosimilitud de hechos expuestos en una denuncia (Canon 1717 del Código de Derecho Canónico).
- La denuncia fue acogida y se sometió a la instancia antes señalada. La mujer adulta que denunció pidió confidencialidad de su nombre en todo el proceso, lo cual se ha respetado. A ella se le ofreció acompañamiento para su situación, desde un inicio.
- Como resultado final de la Investigación Previa, el Instructor, una persona externa a la diócesis de San Felipe, determinó que, tal como lo denuncia la persona afectada, sí hubo faltas graves del sacerdote en materia del sexto mandamiento con la persona que lo denunció.
- Respecto al sacerdote involucrado, se han tomado las medidas disciplinarias previstas por la Iglesia para estos casos y, de no haber enmienda en su comportamiento futuro, puede incluso significar la pérdida del estado clerical. Esta medida, implica una serie de propuestas de cambio de vida, de seguimiento psicológico y espiritual, y de acompañamiento de su vida personal.
- Se agradece a la persona que ha denunciado, quien pidió confidencialidad, la valentía de haberlo hecho, lo que nos ayudará a prevenir dolorosas situaciones como las que ella vivió, así como tomar las medidas para que la atención pastoral en nuestra diócesis sea la que se espera de un sacerdote.
- La jerarquía de la iglesia y todo el pueblo de Dios tenemos un solo corazón respecto a cualquier tipo de abuso: erradicarlo de nuestras comunidades, y formarnos para impedir al máximo las ocasiones de abusadores, y el resguardo de toda persona ante una ofensa y un dolor en quienquiera que pudiese ser afectada.